TRASTORNOS ANSIOSOS EN NIÑOS Y ADOLESCENTES

La ansiedad la podemos entender como una actitud de espera de un hecho desagradable. En cambio la Angustia es un estado que presenta manifestaciones somáticas producto de una situación concreta estimada como peligrosa.

Es así, como se puede observar una gradiente continua entre ambas, donde pasamos de una vivencia vaga y desagradable, en donde estamos en compás de espera de algo que creemos dañino o negativo, a un estado angustioso, donde la vivencia emocional es mas intensa, ya tenemos manifestaciones somáticas y se da frente a una situación concreta considerada negativa

Consideraremos angustia normal a aquellas que tienen los niños y adolescentes que son propias de su etapa del desarrollo y que son producto de situaciones concretas, por lo que desaparecen si el estímulo no se encuentra. Por ejemplo, la angustia de separación, que vivencian los niños al ingresar al jardín por primera vez, donde deben dejar a su madre y mundo familiar y seguro para ellos

Por el contrario, cuando la angustia afecta el desarrollo afectivo y social del niño, se manifiesta sin estímulo o situación concreta y no se asocia a la etapa del desarrollo del niño, es que hablamos de angustia patológica. Este tipo de angustia, de acuerdo a su intensidad, afecta otras áreas del desarrollo, siendo altamente interferente para él. Observándose más síntomas somáticos mientras más pequeño es el niño. En resumen, hay sufrimiento, disfunción de áreas de su desarrollo y poca flexibilidad frente a los problemas.

Y existen varios tipos de ella


  • Trastorno de ansiedad generalizada (T.A.G.).

Es cuando el niño se siente intensamente preocupado, producto de una situación, contexto o problema particular. Que lo lleva a sentirse irritable, con tensión muscular, sensación de fatiga, insomnio de conciliación, sueño inquieto, variadas molestias físicas, tendencia al perfeccionismo y a la cautela. Y en ocasiones se le asocian síntomas depresivos y fóbicos. Siendo tan intenso para él que interrumpe el curso normal y fluido de su desarrollo normal, generado deterioro social o académico, entre otros

  •   Trastorno agudo de angustia

Este tipo de angustia se da mas frecuentemente en adolescentes, y a diferencia del anterior irrumpe en forma repentina y frecuentemente en la persona, producto de lo cual teme futuras repeticiones y sus consecuencias, llevándolo a evitar toda situación o persona que considere vinculada a la primera crisis. Estas crisis no duran mas de 10 minutos y se caracterizan por presentar palpitaciones, taquicardia, sudoración, disnea, sensación de atragantarse, opresión torácica, náuseas o dolor abdominal, mareo, sensación de des realización, de despersonalización; miedo a volverse loco, a morir, parestesias, escalofríos. Puede darse con o sin agorafobia

  • Trastorno por estrés postraumático

Es un tipo de angustia que se da después de vivida una situación traumática, estresante o amenazante, por lo que los síntomas de angustia frecuentemente desaparecen a los 3 meses, y en pocas ocasiones persisten mas tiempo, pudiendo persistir años. Los síntomas frecuentes a observarse son recuerdos intrusivos y recurrentes de lo vivido, con malestar psicológico intenso, puede haber irritabilidad, agresividad, estados depresivos, quejas somáticas, alteraciones del sueño, pesadillas. Juego traumático, el que se caracteriza por ser repetitivo, no gratificante donde, se tocan aspectos del trauma.

  • Trastorno por ansiedad de separación

Es más frecuente en las niñas pequeñas, sin embargo también se puede dar en los adolescentes enmascarándose como agorafobia. En este caso, es un tipo de angustia producto de la separación, principalmente de una figura significativa o de su hogar, por lo mismo se da frecuentemente en niños cuando ingresan por primera vez al jardín. Observándose quejas físicas y rechazo a asistir al colegio y estar solo, puede afectar el sueño o presentar síntomas regresivos, es decir actúa como niño pequeño.  Normalmente dura 1 mes, si es más tiempo tiende a interferir más significativamente el funcionamiento escolar y social

  • Fobia social

Este es un tipo de ansiedad que se da específicamente en contextos de grupo, especialmente ante extraños. Y producto del malestar que sienten en este tipo de contextos los evitan, tendiendo a asociarse a un tipo de personalidad ansiosa e inhibida. En casos extremos se asocia a importantes dificultades sociales

  • Fobia simple

Son trastornos frecuentes en la niñez y afecta más a las niñas. Y es un temor excesivo, irracional y persistente ante la presencia de un objeto o situación específica y puede asociarse a discapacidad escolar social

Tratamiento General

En general los niños con estas dificultades son derivados por su pediatra o por el colegio a un profesional del área de la salud mental, que puede ser un psiquiatra infanto – juvenil o un psicólogo, los cuales después de realizar un diagnóstico exhaustivo van determinando los pasos a seguir.

En general se incluye el apoyo de medicamentos que serenen al niños y le brinden la tranquilidad que necesita para enfrentar sus temores y realizar los cambios conductuales necesarios. En el proceso se trabaja a la par con los padres del niño y del adolescente y con las figuras cercanas del colegio (profesor jefe, psicólogo, coordinador del área), de modo de mostrar un actuar coordinado que le facilite el cambio permanente de conducta. Además, es una manera de aumentar la empatía con el niño y evitar futuras consecuencias negativas por creencias erróneas de éstos.

En estos casos se ha podido ver el apoyo positivo que son las terapias complementarias, ya que facilitan la vivencia de tranquilidad, el empoderamiento del niño y el manejo constructivo y fluido de los síntomas y sus causas. Tales como las florales, energéticas como el Reiki y Hadaba, magnetoterapia, desbloqueo psico energético, entre otros. Observándose cambios más rápidos y de raíz con este tipo de apoyo.

ANOREXIA NERVIOSA

La Anorexia nerviosa es un trastorno de la alimentación, que se caracteriza por una alteración de la percepción de la persona que lo padece, ya que se ve a si misma extremadamente gorda a pesar de poder estar “en los huesos”.

En general, las personas comienzan por sentirse disconformes con su imagen corporal y comienzan a hacer dieta, la cual se va haciendo cada vez mas estricta hasta llegar a comer un trozo de lechuga durante todo el día. Y apoyándose en intensas prácticas deportivas y medicamentos como laxantes y diuréticos.

Este tipo de patología es difícil de tratar, ya que las personas consideran que están haciendo algo positivo por su salud y vida socio emocional, por lo que no se consideran enfermas. Y como son expertas en esconder el problema a la familia, entonces estos se tienden a dar cuenta de la dificultad cuando la anorexia esta muy avanzada, a través de síntomas como la amenorrea o cuando la sorprenden casualmente desnuda. Sin embargo, son pocos los riesgos que corren de ser descubiertas, encubriéndose continuamente a través de ocuparse de dar de comer a otros, de usar técnicas distractivas al comer (desordenas el plato, dar la comida a una mascota, ponerla en una bolsa y después tirarla…)

Esto habitualmente afecta a mujeres dado las imágenes valoradas que nos dan los medios publicitarios, las cuales son de mujeres muy delgadas, sin formas definidas donde la ropa cuelga, más que mostrar las formas del cuerpo desarrollado de una mujer. Lo cual es publicitado en asociación a éxito social, por lo cual no es rara la asociación con satisfacción de sus necesidades de valoración, aceptación y éxito social “si soy como muestran las revistas”.

Por lo mismo se tiende a dar más frecuentemente en personas inseguras, con baja autoestima y una alterada identidad que busca aprobación social; un elevado perfeccionismo, meticulosidad, alta exigencia, afán de logro y un control emocional estricto. En  otras ocasiones, la anorexia puede ser de una gran ansiedad y descontrol emocional, de personas que viven en situaciones de abuso y traumáticas y encuentran en la regulación de la comida la forma de controlar alguna cosa en sus vidas. En estos casos es posible que se asocie a depresión, trastornos de ansiedad en especial Trastorno Obsesivo Compulsivo y fobia social, suicidalidad y trastornos de la Personalidad.

En cuanto a las familias de personas con este problema tienden a ser disfuncionales, manteniendo relaciones aglutinadas, sobreprotectoras, rígidas, fallan en la resolución de conflictos y tienden a triangular al hijo anoréxico

EFECTOS PSICOLOGICOS DE LA DESNUTRICION

Irritabilidad, Ansiedad, Desconcentración, Introversión social, Excesiva preocupación por sí mismo, Depresión, Labilidad del humor, Indecisión, Pensamiento obsesivo y conductas compulsivas, Acaparaban comida, Alteraciones del sueño, Pérdida del interés sexual

En pacientes con anorexia estos síntomas se ven aumentados

FACTORES PREDISPONENTES

  • Personalidad (perfeccionismo, baja autoestima)
  • Trastornos psiquiátricos
  • Alteraciones biológicas (neurotransmisores)
  • Eventos adversos (p.e. abuso sexual)
  • Herencia
  • Patrones de interacción familiar   
  • Ideal cultural de delgadez

DESAFIOS EN EL TRATAMIENTO

Lo más importantes es poder prevenir la presencia de este tipo de problemas, a través de enseñar a nuestros hijos e hijas a comer sano, así como estando atentos a su desarrollo emocional y social, de modo de poder ocuparnos a tiempo de sus molestias y quejas, sin mirar en menos aquellos comentarios que nos hacen de sus compañeros, que a ojos de un adulto pueden ser “tonteras” pero que a un niño sensible puede ser realmente marcador de su personalidad.

Además es regla general, estar permanentemente atentos al comportamiento alimenticio de nuestros hijos, especialmente si son más inseguros, tímidos, perfeccionistas, inhibidos y controladores.

Posteriormente si ya posee la enfermedad, lo mejor es un tratamiento multidisciplinario partiendo de una hospitalización inmediata para equilibrar los síntomas y desequilibrios físicos y simultáneamente apoyarse con psiquiatra, psicólogo y otros terapeutas complementarios.

En esta etapa el control y apoyo de la familia es clave, ya que no se puede estar seguro nunca de la persona, porque en cualquier descuido puede vomitar o hacer algo para rechazar la comida.

Posteriormente el control debe permanecer y además los familiares deberán evitar realizar cualquier tipo de comentarios en relación a la apariencia física como valor y/o al cuidado del propio peso. Se recomienda mostrar una actitud empática, en la que se intente comprender como se siente la persona y se actué de manera acogedora, evitando presiones indebidas.

Es importante que el ambiente al momento de comer sea lo más distendido posible, intentando que no tenga una duración mayor a 45 minutos, después de lo cual se retira el plato y se impide que ingrese al baño, al menos durante media hora después.

Cada persona que tome contacto con el (la) paciente en ningún momento deberá referirse al físico del (la) paciente, frases como “ Te ves bien” se leen como “ te ves gorda”

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