De La Vida
(Por Jimena Acevedo)
Hay quienes vienen a verme para que les ayude a aprender a vivir. Es que en estos sectores del planeta se perdió el saber vivir de los pueblos nativos y la educación, de parte de padres y de la escuela. La que hoy está enfocada a algo rígido, mental y conductista.
Parece estar en el olvido, que somos seres humanos con distintos temperamentos, de distinto carácter, distintas capacidades, diferentes sueños y deseos; tenemos puesta nuestra mirada en diferentes sitios.
Y si observamos lo qué nos une,…. eso es el amor, porque si bien es cierto que la sociedad nos aglutina y reúne en torno al dinero y la productividad, la verdad es que no nos une, incluso muchas veces nos separa. Pero el amor sigue siendo la fuente que forma familias, amigos, grupos de apoyo; es así como podemos ver como las cosas más intensas, importantes y bonitas en nuestra vida tienen que ver con el amor. Sin embargo, en nuestra sociedad el amor es puro instinto, ….desconociéndose la forma de conducir este elemento primordial.
Nos encontramos con métodos para ser más veloces y eficientes en lo mental, pero ¿Y en lo emocional?; incluso la psicología ha dejado por mucho tiempo de lado el manejo de lo emocional desde lo emocional y buscó el manejo desde lo intelectual o conductual. Ocupamos el cerebro reptil, el mamífero y el humano desvinculados unos de otros; Nuestro ser humano no es humano sólo por saber razonar, si no por ser capaz de integrar y saber utilizar todas nuestras cualidades, porque podemos volver la mirada a las formas más sencillas y complejas, lejanas, cercanas y luego lejanas, porque tenemos conciencia y con la conciencia formamos y transformamos nuestra realidad y a veces aquella que nos rodea, nos deja ver la verdad y la realidad y participar de ella en armonía, nos permite encontrar el sitio y el ritmo que nos pertenece dentro del Universo, del cual somos parte única, imprescindible y mínima.
La vida es una sola y somos parte de ella, pero podemos dormir y sólo existir o despertar y vivir verdaderamente, con plenitud y sentido. Allí encontraremos lo que llamamos felicidad, porque cuando te encuentras contigo, y luego encuentras tu lugar, todo tiene sentido y ya no importa si se sufres o se tiene hambre, el dolor es sólo parte del ritmo y la ayuda que me brinda el Universo para mantenerme desierto en este mundo de hipnotizadores.
Pero ¿Cómo comenzar?.
Se puede empezar desde diferentes puntos, porque unos están más allá y otros más allá aún, pero creo que serviría lo siguiente:
1.- Decídete, repítete a ti mismo muchas veces que quieres vivir, sanar, amar, despertar y/o lo que tú creas que quieras. Ya verás que de tanto repetírtelo de pronto encajará en ti y podrás encontrar la fuerza para comenzar.
2.- Ten el coraje de perder el miedo. No dejes que te impida hacer lo que te parece mejor para ti y el resto. Para eso, sé más rápido, no te dejes intimidar por ti mismo.
3.- A pesar de que algo te cause un dolor o temor, haz lo que creas que es lo más sano y mejor para ti y luego el resto.
4.- Para darte cuenta de lo que es mejor para ti, debes plantearte la situación sin agregar puntos de vista y de defensa de uno u otro lado, sólo plantéate, algo así como preguntándole a tu Yo mas sabio, como si ese Yo estuviera dentro tuyo. Algo arriba de tu cabeza, flotando, le tiras la pregunta y espera un poco por la respuesta, la respuesta vendrá a tu corazón, vuelca la mirada a él y sentirás la respuesta. Tal vez con dolor, tensión, con miedo, rechazo o certeza de un no rotundo o un si, tibieza, alivio, amplitud, amor, en fin. Distingue el sentir primero, luego vas a ver qué quiere decir ese sentir, de tanto hacerlo y observar en tu corazón las respuestas encontrarás el “Diccionario traductor” que te hará más fluidas las respuestas.
No sabrás si tu decisión fue la que te haría realmente mejor, pero sí sabrás que es buena, porque finalmente te dará alegría, manejo, ganas de vivir y despertar más cada día. Porque sentirás que tu alma, tu mente, tu corazón y tus actos van en una misma dirección, y la coherencia te dará paz, y la paz te dará visión y sabiduría; y ya con eso, descubrirás un universo de cosas más respecto de cómo vivir. Ya no temerás y podrás amarte y amar al resto, y de allí surge el encuentro con Dios sin prejuicio, desde ti hacia Él y de Él hacia ti directamente. Entonces, estarás realmente y completamente vivo.
5.- Practica, practica y practica, si después no te resulta, ya sabes cómo No es. Prueba otra variante, pero no te rindas. Si no, busca en qué fallas, ajusta, cambia y prueba nuevamente; lo normal es que encuentres la forma.